las memorias presentadas por el ex presidente del gobierno, Jose Maria Aznar no dejan de traer polémica.Indagando en ellas podemos encontrar partes de texto que reflejan ciertos aires de superioridad, de chulería e incluso con ¿rasgos psicóticos?, juzguen ustedes mismos:
“La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo: “Jose Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad”. Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.”
Rodrigo Rato, el sucesor "natural"
En su libro, Aznar afirma que Rato era su "sucesor natural" atendiendo al criterio de la jerarquía histórica del PP y desvela que el expresidente de Bankia rechazó ser su sucesor en dos conversaciones que mantuvieron en el año 2000, si bien en el verano de 2003 Rato le dijo que había "cambiado de opinión" y que entonces quería "ser el candidato". Una vez conocido que el elegido era Rajoy, Rato reclamó "ayuda" al expresidente del Gobierno para optar a la dirección del FMI. "Yo era consciente de su decepción ante el desenlace de la sucesión y sabía que, después de tantos años de amistad, nuestra relación ya no sería la misma. Sin embargo, no esperaba que Rodrigo pusiese una distancia tan grande desde tan pronto", asegura.
De hecho, Aznar afirma que la constatación de que se había abierto "una brecha" entre él y Rato se produjo con motivo de la primera visita que Rato hace a España al frente del FMI, en la que se citó con una amplia representación del mundo político y económico español, pero a él no le llamó.
Aznar confiesa que de los tres aspirantes más claros a la sucesión, Rajoy "era el menos amigo" suyo, aunque tenían un trato "muy cordial". Eso sí, resalta que eso no afectaba en nada su valoración sobre su capacidad política.
"Además de su historial de servicios en el partido y el Gobierno, Mariano parecía la persona más indicada para abordar los dos grandes retos del momento: proporcionar al Gobierno cierta continuidad política, con tranquilidad y sin sobresaltos, y neutralizar el ataque de la izquierda y de los nacionalismos contra el entonces previsible tercer mandato del PP", asevera.
Fuente eljueves.es , elmundotoday.com , mimesacojea.com